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La conversación, esta vez la mantenemos no con un cliente de AGA como suele ser lo habitual, sino con un proveedor con un matiz a destacar, ya que es una empresa que nos ha acompañado desde nuestros inicios, hace más de 65 años. Una relación larga y fructífera para ambas empresas, que se puede resumir en un escueto pero rotundo “aquí seguimos”.

Hoy toca sentarnos con Marta Romero, Directora de Ventas de JMA para el mercado de llaves originales. Una marca perteneciente al Grupo Altuna y referente a nivel mundial en la fabricación y venta de llaves.

Antes de empezar con los temas más actuales que ocupan y preocupan a nuestras empresas, Marta Romero nos hace un rápido recorrido por la larga historia de su empresa; una historia que nace en 1942, en un pequeño taller donde la actividad se centraba sobre todo en el pulido y afilado de tijeras, un producto cuya fabricación en aquellos años, gozaba de un gran desarrollo en Arrasate-Mondragón.

La producción de llaves llegaría más tarde, por el propio impulso cerrajero de la comarca, y el esfuerzo de su fundador, Alejandro Altuna, que junto con su familia hizo que JMA creciera notablemente y fuera una marca reconocida a nivel nacional en los años 60 y 70 del siglo pasado. El aumento constante de la producción de llaves se tradujo de forma natural en la expansión internacional de JMA y en la creación de nuevas líneas de producto, un proceso no falto de obstáculos y dificultades, que sitúa hoy a la empresa como uno de los líderes del sector a nivel mundial.

Háblanos del JMA de hoy, de sus productos y su presencia en los mercados internacionales.

JMA  fabrica  en  la  actualidad  más  de 2.600.000 llaves al día y ofrece un extenso catálogo con más de 80.000 referencias entre todas sus líneas de producto. Cuenta con cuatro plantas de fabricación, la central en Arrasate-Mondragón, el resto en México, Italia, y China, y presencia a través de sus 10 filiales y distribuidoras en 130 países.

En JMA podemos hablar de dos áreas de negocio claves en el desarrollo y crecimiento de la empresa. El área dirigida al mercado de llave original y el de reposición. Si hablamos de este último, el de reposición – las copias de llaves que se realizan en puntos de duplicado – hoy  podemos afirmar sin riesgo a equivocarnos, que no es difícil encontrar una llave de JMA en cualquier lugar del mundo. Contamos con más de 60.000 referencias en catálogo, un número y variedad tan amplio que nos permite realizar duplicados de cualquier modelo, en cualquier país.

Respecto al área de negocio dirigido al mercado de llave original, del que soy responsable, y en este caso, la persona que directamente mantiene la relación con AGA, está dividido en clientes del sector de la cerrajería y la automoción. El diseño y desarrollo de máquinas para el mercado del duplicado de llaves y mandos sería un tercer negocio. Un área que año a año va cogiendo cada vez más importancia y mayor volumen, gracias a la venta sobre todo de las máquinas electrónicas.

¿Cuál es el core de negocio de la marca JMA, la aportación especial que la distingue de otras empresas, y que añade valor y afecta a su posicionamiento en el mercado?

Si hay una característica que define nuestra personalidad, la de una empresa que compite en un mercado global y muy competitivo, es sin duda la capacidad de adaptarse a la evolución y transformación del mercado, además de la atención desde todos los ámbitos de la organización por cubrir las demandas y necesidades de nuestros clientes.

Tenemos un posicionamiento y reputación de marca que responde al esfuerzo y trabajo realizado durante más de 80 años. Conocemos bien los diferentes mercados y países donde tenemos presencia, y somos muy conscientes de nuestras fortalezas frente a una competencia que existe tanto por parte de una potencia como China, y su influencia en el mercado asiático, como en Europa, donde son dos o tres empresas las que trabajan con una capacidad similar a la nuestra.

Quizás nuestra cultura empresarial, la manera de hacer las cosas desde el compromiso, es lo que nos acerca a nuestros clientes de una forma especial. En un mercado tan exigente, nuestra capacidad de respuesta adaptando procesos y equipos al momento del cliente, a sus demandas específicas en cuanto al nivel técnico y de calidad exigido, es lo que nos ha permitido mantener ese espacio de solidez empresarial que hoy ocupamos.

Como eje y estrategia, estamos muy orientados al cliente. Nuestra cultura empresarial valora y prioriza su satisfacción en cada aspecto y decisión que se tome, desde el diseño y la fabricación, hasta la atención y el servicio posventa. Tenemos la voluntad de mimar a nuestros clientes y con más razón a los que tenemos aquí alrededor.

Nos afecta pero aunque va creciendo, y así lo demuestran los datos que manejamos, los volúmenes que se están moviendo todavía son bajos. Sabemos que en sectores como en el hotelero, las cerraduras electrónicas llevan años sustituyendo a las mecánicas.

Entendemos que todavía la llave tiene un arraigo y significado social y cultural muy ligado a la seguridad. También somos conocedores de las incertidumbres que generan los dispositivos electrónicos de seguridad, muy dependientes de la tecnología y fáciles de hackear. La seguridad del hogar todavía sigue siendo un lugar acotado para estos nuevos sistemas digitales.

Está claro que el mundo avanza hacia la electrónica y digitalización, pero también creemos que las diferentes tecnologías que hoy utilizamos son complementarias.

En JMA ya estamos diseñando y fabricando llaves que integran componentes electrónicos. Soluciones de control de acceso que ya se están utilizando por ejemplo en hospitales, aeropuertos, universidades…

La evolución del sector; hacia dónde avanza y su velocidad, es una incógnita. Trabajamos sobre conjeturas y previsiones.

Tratamos de darles más valor añadido, y como en el caso de AGA, ofrecerles nuestra experiencia en la fabricación de llaves para ayudarles a trabajar de forma más eficiente, optimizando recursos. Nuestro servicio se centra en ayudar a conseguir la solución que necesita cada uno de ellos, con el estándar de calidad y el nivel de precio que requiere.

¿Qué aspectos destacarías de la relación profesional con AGA?

En el caso de AGA, en concreto, la cercanía tanto geográfica como personal, son entre otras, las razones de peso que justifican tantos años de trabajo en común. El trato que tenemos no lo catalogaría como una simple relación cliente – proveedor. Creo que el haber trabajado juntos durante tantos años ha propiciado una conexión muy especial, además de un conocimiento profesional y personal entre ambas empresas que debemos hacer que perdure.

Se agradece, en un entorno como el actual, que la relación sea más fácil, más fluida. Conocer a la persona, al interlocutor con el que debes hablar cuando lo necesitas, es una gran ventaja en los tiempos que corren. Hablamos en resumen de ahorrar tiempo y energía en las gestiones del día a día. Realmente lo que es sencillo en AGA, en otras empresas con las que trabajamos se hace muy complicado.

Con AGA, por los motivos que decía en la introducción, hay una relación muy cercana, de total colaboración. Si hay algún problema, sea de uno u otro, la persona responsable se acerca (son 5 minutos andando) y sabe que habrá otra persona al otro lado, de confianza y cercana que le atenderá para solucionarlo.

Entre las oficinas técnicas de las dos empresas hay una gran colaboración; sea un problema de calidad o un nuevo reto, la respuesta siempre es rápida y el trabajo para resolverlo en equipo, cosa que se agradece y valoramos.

¿Cómo ves la situación del sector y su evolución a corto y medio plazo?

El volumen en la fabricación de llaves durante estos últimos años se ha mantenido estable. La crisis del 2008 y la pandemia, claramente redujeron esas cifras, pero hoy, a nivel general los datos son positivos. Sí constatamos que hay mercados más maduros en los que ese volumen va decreciendo, pero hay otros nuevos en los que se va incrementado.

El amaestramiento, una solución que se va imponiendo en mercados como el europeo, y que consiste en dar preferencia a una llave para que pueda abrir diversas cerraduras, a pesar de que éstas tengan diferentes combinaciones, es una de las razones de esa disminución en el número de copias. En España, mercado que conocemos perfectamente, sabemos que la llave sigue teniendo un protagonismo por encima de otras soluciones de seguridad y por lo que se ve, llevar un buen manojo de llaves encima nos da mucha confianza y fiabilidad.

Ahora la amenaza que tenemos, aunque también lo podemos llamar oportunidad, es la irrupción de la electrónica en el ámbito de la seguridad en el hogar.

Nos afecta pero aunque va creciendo, y así lo demuestran los datos que manejamos, los volúmenes que se están moviendo todavía son bajos. Sabemos que en sectores como en el hotelero, las cerraduras electrónicas llevan años sustituyendo a las mecánicas.

Entendemos que todavía la llave tiene un arraigo y significado social y cultural muy ligado a la seguridad. También somos conocedores de las incertidumbres que generan los dispositivos electrónicos de seguridad, muy dependientes de la tecnología y fáciles de hackear. La seguridad del hogar todavía sigue siendo un lugar acotado para estos nuevos sistemas digitales.

Está claro que el mundo avanza hacia la electrónica y digitalización, pero también creemos que las diferentes tecnologías que hoy utilizamos son complementarias.

En JMA ya estamos diseñando y fabricando llaves que integran componentes electrónicos. Soluciones de control de acceso que ya se están utilizando por ejemplo en hospitales, aeropuertos, universidades…

La evolución del sector; hacia dónde avanza y su velocidad, es una incógnita. Trabajamos sobre conjeturas y previsiones.

Lo que sí sabemos con seguridad, es que la situación geopolítica en el mundo si influye directamente en el futuro de nuestras empresas.

Hoy vemos cómo Rusia, un mercado que ha sido relevante para JMA, está vetado comercialmente. Las tensiones en el Mar Rojo afectan directamente a la cadena de suministro, y las elecciones en EE.UU., según cómo se desarrollen, pueden obligarnos a cambiar de estrategia.

A pesar de todas las dudas que podamos albergar, confiamos en que JMA, gracias a su capacidad industrial y la experiencia y conocimiento del sector, tendrá un largo y positivo recorrido y que lo veremos todos nosotros.